El primer cementerio de Constancia es a donde me perdí y la encontré otra vez, pero me dio miedo mirarla ya que me pareció muy bella para estar muerta. Así que me hice la que pensaba en algo lejano por un tiempo, luego levanté la mirada y le dije: <<De las veces que miré la cara a la gente nunca le miré a los ojos, por qué no eras tú >>.
Ella me abrió entonces sus ojos, como si no quisiese, como si ya estuviese hecha solo de pasado y eso le provocase un profundo dolor.
“Lo sé porque estas en este jardín prohibido -- me dijo – y por que esas ceremonias me invocaron, sé que fueron muchas y hoy se pueden ver como una inmensa procesión que arrastra los pies y me nombra.”
“Lo sé porque estas en este jardín prohibido -- me dijo – y por que esas ceremonias me invocaron, sé que fueron muchas y hoy se pueden ver como una inmensa procesión que arrastra los pies y me nombra.”
<<Si lo supiste --le dije aun sin mirarla -- ¿porque no acudiste en mi ayuda, porque no me salvaste?>>.
“- Lo hice, como una sombra nocturna, como una caricia fantasma, como una soledad tibia, como una esperanza terrible, como una ausencia insondable, como un mundo posible... -“.
<<- ¿Y dónde estaba yo que no te he visto?->>. Le repliqué con la voz quebrantada.
- "Conmigo”. Respondió Magdalena para siempre y se fue.
0 comentarios:
Publicar un comentario